Francisco Javier Rodríguez Moreno

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Estudió el peritaje químico en la Escuela Industrial de Terrassa y después de algunos años de trabajo en la industria, se pasó a la enseñanza en el ámbito de la Formación Profesional. 
Nacido el 3 de diciembre de 1942 en Cardona, se trasladó bien jovencito a Terrassa donde vivió has el 1958, año en que se toda la familia fue a vivir a Barcelona..

Cardona. Castillo.
   
 

En el funeral de Javier, sus hijos quisieron que se leyeran estos textos:

Te queremos. Te echamos de menos.

Tu muerte nos ha llegado sin esperarlo, nos ha dejado perdidos en medio del mundo como pájaros que les arrancaran su árbol.

Tú nos diste la vida. Nos dabas la mano en nuestros primeros pasos y buscabas la manera de hacernos reír

Contigo aprendimos a observar, a descubrir, a investigar. A amar lo pequeño y la magia de la ciencia. Nos ibas enseñando como funcionaban las cosas, el milagro que es la naturaleza.

Nos llevaste a lugares lejanos y cuando nos cansábamos nos cargabas en tus hombros. Nos animabas a arriesgar y a confiar en nuestras posibilidades.

Te preocupaste por nuestro futuro, querías lo mejor para nosotros. Nos ofreciste las herramientas que consideraste que nos serían útiles en la vida, y te lo agradecemos de corazón.

Cuando crecimos e hicimos nuestra vida, hubo momentos de menos comunicación, pero tú sabías que estaríamos aquí y nosotros que contabas con ello.

Fuiste una persona extremadamente sensible, que buscaba y luchaba por conseguir ser feliz.

Sembraste la duda sobre todo lo establecido, rompiendo moldes con espíritu crítico. Buscador de la paz y la felicidad en la discordia y la confusión. Las personas que te conocemos sabemos que eras bueno, aunque no te era fácil transmitir lo que sentías.

Recordaremos tus sombreros de paja, tu media sonrisa, y cómo te enroscabas la patilla.

Tus camisas de cuadros y tus pantalones bien planchados. El plátano de postre y el carajillo. Tus inventillos caseros. El magnetófono, Vallbona, Torrebaró, el Tano, el Guinardó y calle Alcudia.

Nos dejaste demasiado pronto, dejando un gran vacío en nuestro corazón. Nos gustaría darte todo el amor y el cariño que ahora sentimos dentro. Sabemos que éramos lo más importante de tu vida. Nos quisiste y nos lo mostraste a tu manera.

Queríamos estar cuando te llegara la hora, pero no pudo ser. Te pedimos perdón por ello.

Te queremos y te echaremos de menos.

Siempre.

Javi en Torrebaró 
 
A veces es una lástima lo que pasa con la memoria, se va.

Sé que hubo momentos buenos, sé que hubo momentos malos, pero muchos de los recuerdos se desvanecen con los años.

Los recuerdos son como los árboles, que al morir queda su tronco y sus raíces, y al pasar el tiempo sólo sus raíces. Y al final, esos recuerdos que se desvanecen son eso, raíces que quedan en nuestra vida.

Ahora ha muerto nuestro padre. Nuestro papa. El papa. Ha muerto uno de nuestros árboles principales. Ya no estarán nunca sus hojas verdes, su sombra, su compañía, su olor. Me llena de tristeza pensar que no me sentaré nunca más con él. Que no hablaré nunca más con él. Y han quedado tantos, tantos, tantos ratos que pasar… Ha quedado un vacío inmenso en mi bosque. No sabía que podía ocupar tanto.

Sólo me consuela pensar que como mínimo quedaran sus raíces, el poso de sus momentos.

Te quiero. Te extraño. 

 

Divertido, complicado, atormentado, inquieto, luchador incansable, rebelde, testarudo, discreto, provocador, humilde, sencillo, bueno, honesto, fitipaldi, pintor, profesor, mecánico, paleta, fotógrafo, carpintero, ríase hombre…

El papa.

Nos dejó en Barcelona en Agosto de 2013.

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